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CUENTISTAS 

Este blog nace en nuestra pequeña aula mágica donde cada niño es un autor con superpoderes: el poder de imaginar, escribir y emocionar. Aquí viven nuestros sueños hechos cuento

Cuentos encantados

En la escuela, los niños han escrito cuentos llenos de imaginación y creatividad. Cada historia refleja sus sueños, miedos y aventuras. Dragones, castillos, robots y animales parlantes habitan sus relatos. Escribir les permite expresarse libremente y compartir su mundo interior, fomentando el amor por la lectura y la escritura.

Personajes fantásticos

Los personajes que crean los niños en sus cuentos son reflejo de su imaginación ilimitada. Pueden ser animales que hablan, héroes mágicos o criaturas fantásticas. Cada uno nace de sus emociones, sueños y curiosidades. A través de ellos, los niños exploran el mundo, resuelven conflictos y expresan su creatividad de forma libre, original y auténtica.

Hechizos sonoros

Escuchar de la propia voz de un niño el cuento que él mismo escribió es una experiencia entrañable y única. Cada palabra que pronuncia está llena de emoción, creatividad y orgullo. Su voz transmite ilusión, autenticidad y alegría, mientras da vida a personajes y aventuras nacidos de su imaginación. Es un momento especial que refleja su crecimiento, su capacidad de soñar y expresarse. Más que un relato, es una ventana a su mundo interior, un regalo que emociona y deja huella en quienes lo escuchan.

"Súper bailarina"

Cuento escrito por Llanos de 8 años. Sobre una niña que tiene una competición a participar en una competición.

"Los animales perdidos"

Cuento escrito por Pilar de 7 años. Cuento sobre las aventuras de un guepardo, un perro, una pajarita y una mariposa que son muy amigos.

"La niña con esperanza"

Cuento escrito por Cristina de 8 años. Versa sobre la realización del sueño de la protagonista en una playa.

"La competición de oro"

Cuento escrito por Estrella de 7 años. Unas amigas tienen una competición de gimnasia complicada porque su profesora nos la puede acompañar.

Muro de estrellas 

Padres, docentes y amigos valoran con entusiasmo el trabajo creativo de los niños al crear un cuento. Celebran su imaginación, aplauden su esfuerzo y se maravillan con cada idea original. Reconocen en sus historias una forma de expresión genuina y poderosa, que fortalece su confianza, desarrolla habilidades y abre puertas a un mundo lleno de posibilidades y sueños.

"La magia" - Celia

Estoy muy orgulloso del cuento de Celia. Su imaginación me sorprendió y me emocionó. Ver cómo crea con palabras es un regalo lleno de ternura y magia.

"Superbailarina" - Llanos

Estamos felices de ver el interés de nuestra hija por la escritura. Nos emociona verla crear historias con tanta pasión, imaginación y alegría. Es un verdadero orgullo.

"Los tres animales de Carlota" - Sofía

Mi nieta Sofía escribe tan bonito que me emociona. Sus cuentos son dulces como ella. ¡Esa niña tiene magia en las palabras!

El libro de los sueños

En esta sección recomendamos libros especialmente pensados para niños de 7 a 9 años. Historias divertidas, tiernas, llenas de imaginación y valores que invitan a soñar, reír y aprender. Cada recomendación busca despertar el amor por la lectura y acompañar a los niños en esta etapa mágica de descubrimientos. Aquí encontrarás cuentos clásicos, novedades imperdibles y libros que hacen volar la imaginación. Porque leer también puede ser una gran aventura. ¡Explora y elige tu próxima historia favorita!

"El monstruo de colores"

Este cuento es de un monstruo que no sabe qué le pasa porque está muy confundido. ¡Estaba todo mezclado!  Tiene las emociones en un lío, y luego aprende que cada emoción tiene su color. Yo aprendí que cuando estoy triste, me siento azul, y cuando estoy feliz, me siento amarillo. ¡Es muy bonito porque tiene muchos colores!

"Cuentos por teléfono"

Este libro es de un papá que le cuenta cuentos a su hija por teléfono porque está lejos. Los cuentos son muy raros, como de una vaca que baila o una nube que quiere ser verde. ¡Yo me río mucho con estos cuentos!  Me gustan porque siempre pasan cosas locas y me imagino todo con mi cabeza.

"La peor señora del mundo"

¡Este cuento es muy chistoso! La señora es súper mala, siempre está gritando y haciendo cosas feísimas, como darle sopa de piedras a los niños. Pero los niños, con mucha inteligencia, le enseñan que ser buena es mejor. Yo me reí mucho porque la señora al final aprende, ¡y ya no es tan mala!

"Un cuento lleno de lobos"

Este cuento es de un niño que quiere contar un cuento de lobos, pero ¡los lobos se meten en el cuento y empiezan a cambiar todo!  Es muy divertido porque a veces los cuentos no salen como uno quiere, pero eso está bien, ¿no?

"Elmer"

¡Elmer es un elefante que no es gris como los demás, es de muchos colores!  Todos se reían de él, pero Elmer les enseña que ser diferente está bien. Yo aprendí que no tienes que ser igual a los demás para ser especial. ¡Me encanta Elmer!

¡Soy una buena persona!

Yo leí un libro que se llama Ser buena persona. Me enseñó que ser bueno es ayudar, compartir, no pelear y cuidar a los demás. 

Estrella invitada

Este es un espacio pensado para que padres, familiares y amigos escriban cuentos especialmente para niños de 8 años. Aquí, cada historia es una forma de compartir amor, imaginación y valores importantes. No se necesita ser escritor, solo tener ganas de contar algo bonito, divertido o inspirador. Los cuentos pueden ser de aventuras, fantasía, amistad o vida cotidiana, siempre con el corazón como guía. Este espacio busca fortalecer el vínculo entre grandes y chicos a través de la lectura y la creatividad. Porque los mejores cuentos son los que nacen del amor y se recuerdan para siempre.

"Leo y el  paraguas volador ", de Antonio López Soro

Leo era un niño curioso, con una mochila llena de lápices de colores y sueños que volaban más alto que los árboles. Vivía con su abuela en una casita cerca del bosque, y su lugar favorito era el desván, donde se guardaban cosas viejas que parecían tener historias propias.

Un día de lluvia, mientras jugaba entre cajas, encontró un paraguas rojo con lunares dorados. Al abrirlo, una brisa suave lo envolvió… ¡y de repente, el paraguas lo levantó del suelo!

—¡Woooow! —gritó Leo, mientras salía volando por la ventana como si fuera un globo.

El paraguas lo llevó por encima del bosque, del río y de las nubes. En el aire, todo era distinto: los pájaros lo saludaban, las nubes parecían algodón de azúcar, y el mundo se veía tan bonito desde arriba...

De pronto, Leo escuchó un llanto suave. Miró hacia abajo y vio a un conejito atrapado en una rama alta.

—¡Aguanta, ya voy! —dijo Leo.

Con cuidado, bajó con el paraguas y rescató al conejito, que lo abrazó con fuerza. Desde ese momento, fueron compañeros de aventura.

Viajaron por montañas, conocieron una ardilla que contaba chistes, ayudaron a una abeja a encontrar su colmena, y volaron sobre una cascada que cantaba canciones.

Cuando cayó la tarde, el paraguas comenzó a bajar despacito, hasta llegar al jardín de su casa.

—Gracias por este día increíble —susurró Leo, cerrando el paraguas con cariño.

Esa noche, el conejito durmió acurrucado a su lado, y Leo soñó con nuevas aventuras.

Desde entonces, cada vez que llovía, abría su paraguas mágico y salía volando a ayudar, a conocer y a descubrir cosas hermosas.

Y aunque nadie sabía cómo funcionaba ese paraguas, todos sabían que Leo era un niño valiente, tierno y feliz, que llevaba la aventura en el corazón.

"Pipo el pez que quería volar" , de Ana Sanz Múgica

En el fondo del océano vivía un pez llamado Pipo. No era un pez cualquiera: tenía escamas doradas, ojos grandes como burbujas, y un sueño muy especial… quería volar.

—¡Pero los peces nadan, no vuelan! —le decía la tortuga Tina.

—Eso es cosa de aves —decía el cangrejo Claudio, siempre con cara de pocos amigos.

Pero Pipo no se rendía. Cada vez que una gaviota pasaba volando sobre el agua, él saltaba con todas sus fuerzas, intentando alcanzarla. Solo lograba salpicarse y caer de nuevo al mar. Aun así, cada día lo volvía a intentar.

Una tarde, mientras jugaba cerca de la superficie, conoció a Gina, una gaviota joven y curiosa.

—¿Qué haces saltando tanto? —le preguntó.

—Quiero volar. Es mi sueño —respondió Pipo, un poco avergonzado.

Gina pensó por un momento y dijo:

—¡Vamos a intentarlo juntos!

Durante varios días, Gina enseñó a Pipo a moverse con el viento. Lo levantaba con cuidado usando sus patas, y lo soltaba suavemente para que practicara planeos cortos sobre el agua. Pipo no volaba como un ave, pero sí flotaba por unos segundos… ¡y eso lo hacía tan feliz!

Un día, Gina tuvo una gran idea: ató unas algas resistentes a dos hojas grandes y las convirtió en alas. Con su ayuda, Pipo se impulsó con todas sus fuerzas desde una roca alta y… ¡planeó por el aire como nunca antes!

Los animales del mar lo miraban asombrados desde abajo. El pez que quería volar… ¡lo estaba haciendo!

Pipo giraba, reía, y brillaba con el sol. Aunque no podía volar como una gaviota, había encontrado su propia forma de hacerlo. Cuando aterrizó, todos lo aplaudieron con aletas, pinzas y aletazos.

—¡Lo lograste! —gritó la tortuga Tina.

—¡Eres el pez volador más valiente del océano! —dijo el cangrejo Claudio, ahora con una gran sonrisa.

Desde ese día, Pipo se convirtió en un ejemplo para todos los peces. Les enseñó que no importa si algo parece imposible: con imaginación, ayuda y muchas ganas, los sueños pueden volar alto.

"El niño más feliz del mundo", de Rocío Díaz Andújar

Había una vez un niño llamado Simón, que vivía en un pequeño pueblo entre montañas y ríos. No tenía los juguetes más modernos, ni una casa enorme, ni viajaba en avión. Pero todos decían que Simón era el niño más feliz del mundo.

¿Sabes por qué? Porque Simón sabía agradecer cada cosa, por pequeña que fuera. Cada mañana, al despertar, decía en voz alta:

—¡Gracias por este nuevo día!

Cuando llovía, saltaba en los charcos y decía:
—¡Gracias por el agua que hace crecer las flores!

Y cuando tenía pan y queso para merendar, sonreía y decía:
—¡Gracias por esta delicia!

Simón también era muy generoso. Si tenía dos galletas, siempre compartía una. Si veía a alguien triste, se sentaba a su lado y le contaba un chiste o una historia divertida. No hacía magia ni tenía súper poderes, pero sabía hacer sentir bien a los demás, y eso lo hacía especial.

Un día, una niña nueva llegó al pueblo. Se llamaba Luna, y estaba seria y callada. Simón se le acercó con una flor en la mano y le dijo:

—¿Quieres jugar conmigo?

Luna sonrió por primera vez en semanas. Desde entonces, se hicieron grandes amigos.

Simón enseñó a Luna a reír bajo la lluvia, a dar gracias por las cosas simples, y a compartir sin miedo. Y así, poco a poco, Luna también se convirtió en una niña muy feliz.

Cuando alguien le preguntaba a Simón cuál era su secreto, él siempre respondía:

—No es un secreto. Es solo que ser amable, agradecer y compartir... hace que el corazón se sienta lleno.

Y así, sin riquezas ni lujos, Simón seguía siendo el niño más feliz del mundo, enseñando con su ejemplo que la verdadera felicidad está en las cosas más simples... y en el amor que damos.

Los valores mágicos

Los niños comienzan a descubrir el mundo con ojos curiosos y corazones abiertos. Es el momento ideal para sembrar en ellos valores fundamentales como la empatía, la honestidad, la gratitud, la solidaridad y el respeto por los demás y por sí mismos. Enseñarles a compartir, a pedir perdón, a escuchar con atención y a cuidar el planeta les ayuda a crecer como personas conscientes y bondadosas. Los valores no solo se enseñan con palabras, sino también con el ejemplo. Porque los niños que aprenden con amor, construyen un futuro más justo, amable y lleno de luz.

Respeto

Saludar y escuchar cuando otros hablan, sin interrumpir.

Responsabilidad

Hacerse cargo de sus tareas escolares o recoger sus juguetes.

Honestidad

Decir la verdad aunque hayan cometido un error.

Empatía 

Comprender cómo se siente un amigo triste y consolarlo.

Gratitud

Dar las gracias cuando alguien les ayuda o les da algo.

Humildad

Reconocer cuando se han equivocado y pedir disculpas.

Cooperación, autocontrol, perdón, orden, obediencia 

alegría, generosidad, tolerancia, justicia, autonomía ... 

Materiales y Recursos

Aquí están todos los materiales que hemos utilizado en clase, por si algún niño quiere seguir construyendo historias fantásticas.

Dónde estamos

Teléfono: +34 967 59 92 90

Correo electrónico: pequenosgrandescuentistas@gmail.com

Dirección: Facultad de Educación. Avd España, 44, Albacete

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